Portada

Teruel promociona en Italia el proyecto "Europa Enamorada"

La Partida 2013 albergó un Congreso de Grupos

Las Bodas de 2013 ya son historia

La directora de la Fundación hace balance

Entrevista con Raquel Esteban

Presentado el vídeo oficial de Las Bodas 2013

Los caballos, otros protagonistas de la fiesta

Entrevista con Mapi Hernando

Una visión de la colaboración  entre Tele Aldehuela y La Bodas de Isabel de Segura

Los fotógrafos de Tele Aldehuela, Teresa y Vicente, hablan de su pronta colaboración con la fiesta

Coplas a los Amantes

Poemario publicado por Gregorio A. con motivo de la inauguración del Mausoleo (1959)

Los Amantes y sus valedores, en el callejero de Teruel

La coletilla "tonta ella y tonto el", ¿fue acuñada por el propio Hartzembusch?

Exequias fúnebres de un caballero medieval: "El Córrer les armes"

El nuevo traje del obispo

¿Por qué se ven tan pocos pobres durante Las Bodas?

Las Bodas de Isabel, en imágenes

Reportaje de Diego&Lori, edición del 2013

Galería fotográfica de la edición del 2012

Fundación Bodas de Isabel

"Los amigos nos decían, parecéis los Amantes de Teruel, tonta ella y tonto él". Gritos, pataleos, silbidos... casi se viene abajo el cine cuando algo así le recuerda Fiorella Taltoyano a José Sacristán en la película "Asignatura pendiente", estrenada en 1977. Fue la primera vez que oí esta expresión, o al menos de que fui consciente de que era de uso común en el resto de España, aunque tabú en el Teruel de hace un cuarto de siglo. Pocos autores -como Gregorio A. en el poemario que aparece en esta misma revista- se atrevían a citarla.

¿Cuándo surgió esta frase para expresar lo desvaríos a que puede llevar un amor desmedido? ¿De dónde viene? Busco la citada expresión en esa magnífica fuente de información que es la prensa antigua digitalizada por el Ministerio de Cultura. 

La referencia más antigua que encuentro carece del "y", está en el diario madrileño "El Heraldo" del 29 de octubre de 1852, quince años después del estreno del drama de Juan Eugenio Hartzembusch "Los Amantes de Teruel". Es la única donde el "tonta ella, tonto él" no se asocia a las figuras de Isabel y Diego.

La frase aparece en una estrofa de la aparentemente medieval "Epístola Gratulatoria del Marqués de Villena al Conde de Sant Luis", que copio literalmente:

"E los de Martos cayeron,

Enjiemplo duro de estrella

Muy cruel,

et esos de quien dijeron

Que fue en morir tonta ella

tonto él"

El resto de las citas se refieren invariablemente a los Amantes de Teruel. Tras recopilarlas, busco información sobre la "Epístola Gratulatoria" y ¡sorpresa! No es un texto medieval, sino una recreación de versos de esa época... escrita por el propio Juan Eugenio Hartzembusch, en 1849.

¿Ya era popular esta expresión aplicada a los personajes que recreó y la uso de forma deliberada o inconsciente? Pero no la vemos anteriormente, ¿es que fue un travieso Hartzembusch el propio difusor de esta jocosa coletilla tan íntimamente ligada a los desdichados amantes? Un pequeño misterio.

El amor entre los dos personajes llevado hasta el ridículo fue el tema de algunas parodias de "Los Amantes de Teruel" como reacción a la cursilería del Romanticismo. Obras burlescas que también debieron contribuir a popularizar la famosa frase. De la época post-Hartzembusch son, por ejemplo, "Los Amantes de Chinchón" -cuya escenificación, leemos, fue prohibida por el jefe superior de la Policía de Madrid en 1848-, "Los estrupicios de amor", estrenada en el teatro Variedades de la Corte en 1849, y "Los novios de Teruel", escrita en 1867 por Eusebio Blasco. 

Relatos y folletines (novelas por entregas) son los principales escritos de la prensa donde se usa la popular expresión. Por ejemplo, en este texto de 1884:

"... Hoy debo confesar que siento hacia mi amante verdadero cariño. Sin que seamos precisamente una fotografía de los amantes de Teruel, tonta ella y tonto él, como dice la gente, nos queremos lo bastante para no aburrirnos cuando estamos juntos".

Otro ejemplo, éste de principios del siglo XX:

"... Llevaban diez o doce años casados, y como el primer día, babosillos, ridículos, insoportables... Los llamábamos «Los Amantes de Teruel», sólo para poder colgarles la coletilla burlona del pueblo «tonta ella y tonto él», y ellos se reían, se reían de nosotros".

No es la única frase proverbial aplicada a los amores de Isabel y Diego. Hay una variante que dice: "Los Amantes de Teruel, tonta ella y loco él". Y otra más amable, pero quizá por ello menos difundida. Es la que reza: "Los Amantes de Teruel, que siempre se quisieron bien", con su variante "Los Amantes de Teruel, que en vida y muerte se quisieron bien".

Dibujo: Caricatura de dos políticos, Azaña (i) y Maciá (d), publicada en "Siglo Futuro", el 1 de agosto de 1933

(c) Fundación Bodas de Isabel. Se autoriza la reproducción, siempre que se cite la fuente.